En verano, en los días calurosos, hay que rellenar la piscina para que las plantas de los bordes sigan recibiendo su aporte de agua.
En otoño es necesario recoger las hojas secas que caigan al agua. Para esto se puede adquirir una red especial para piscinas naturales, aunque estéticamente nos rompe un poco la visión. En invierno existe el problema de congelación y las nevadas. Este problema se puede atajar con un pequeño rompehielos.